Por el momento y hasta nueva orden, nuestra querida amiga Monique va a descansar en paz. Designios del camino, pústulas económicas y otros lances así lo han dispuesto. Sí, la versión rectal de Monique Fornique no va a poder aletear en la penumbra escénica los meses venideros.
Esto no es una noticia llorante, damas y caballéridos, es simplemente lo que es. Para nosotros, la ortopedia ambulante, significa empezar a zambullirnos en un asunto infantil, que pinta pintantemente y tiene lobos y lunas llenas, pero no jóvenes tontos y románticos. Y asinificará también poder tener un arrancamiento (un poco más intracraneal) de la nueva y futura obra para adultos: esa del cuarto oscuro y polvoriento, tanto tiempo abandonado, y los frágiles seres que lo habitan.
Pronto, más noticias. Ya saben, después del enterramiento siempre viene el descorche. A la salud de la joven y bella finada, precisamente…
Los infantes cantarán y danzarán tristes melodías mientras acompañen a Monique en su último viaje.