De esta guisa nos plantamos en Titirimundi 2013, por supuesto en la bendita calle, o lo que ahora llaman pedante y ridículamente el off.
Abundante y entusiasta público, contactos, saludos y todo lo esperado. Incluso asuntos inesperados, como suele. Y así, con estas funciones, sacudimos el latigazo de salida a la temporada de verano. Pronto, noticias de la gira madrileña y otras buenas nuevas. ¡Alehop!