Argán es un niño soñador y despeinado. Pero no es un niño como los demás. Primero, fue la aparición un pelo gordo y negro al lado de su nariz. Luego, que le hablaran otra vez de la tradición familiar, de respetados y temidos hombres lobo. Pero Argán no está dispuesto a seguir el camino trazado: él no quiere ser lobo, lo que él quiere es ser pastelero.
Cuando la luna llena se acerque, una cosa serán las intenciones y otra las convulsiones. Toda transformación es aparatosa, y más cuando hablamos de convertirse en niño lobo. ¿Cómo asimilará el bueno de Argán su nuevo estatus velludo? ¿Hincará sus nuevos y hambrientos colmillos a alguno de sus allegados? Pronto lo sabremos. Pronto, gran estreno mundial. Pronto lucirá a la luz de la luna llena el nuevo montaje ortopédico: Primera luna llena de un niño lobo.
Toda transformación animal trae complicaciones, pero también nuevas metas.
El regreso de la Orthopédique vaticina éxitos licantrópicos , medulares y colosales . Allí estaremos